Una servidora, esnifaba hasta tus rítmicos parpadeos. Por no saber, yo no sabia ni que tú me esperabas. Ya no vengo a convencerte. No voy a convencerte. Te robaré besos con sabor a caramelo, a vodka caramelo. Me prestarás abrazos para saciar mis ganas de arder. Mis ganas de fundirme en tu fuego, en tu cuerpo. Nos comeremos hasta el alma, nos beberemos hasta la razón.¿Te lo he dicho? Que ya no vengo a convencerte, porque no hará falta. Es una batalla perdida. El deseo gana. Hagas lo que hagas, gana.
Antes, ahora y siempre.
9 comentarios:
Ummmmm...el deseo, claro que sí!!
Ay! eso de besos de vodka caramelo suena demasiado bien :)
un besazo!!
Y por los siglos de los siglos.
Que la razón sobra muchas veces
:)
Que suerte que te inspire la luna, no la culpes ;). Me gusta tu texto, me recuerda a la canción de Pablo Moro "Vozka y caramelos" no sé si la conoces pero es muy buena o por lo menos a mi me gusta mucho, te la recomiendo si no la has oido aún. Te sigo, un saludo!! :)
El deseo siempre es más fuerte que cualquier negación.
Me ha encantado!
Amén.
(:
genial, somos animales, somos instinto y deseo.
El deseo gana casi siempre..
genial!!
:D voy de acuerdo.
Un beso
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