miércoles, 14 de abril de 2010

Tu saliva en mi saliva, ya no son dos, es sólo una. Frenética, explosiva combinación. Intensos, fuertes, imparables besos.Cortos, largos, duraderos, fríos... Sólo besos. Recuerdos que deambulan por mi mente. Son las 4 y 26, y escucho como el ascensor baja a la planta baja, ¿serás tú? Sube. 5º planta. Ding-Dong. Me miro en el espejo. Un nudo en mi estomago. Corro nerviosa. Tropiezo. Caigo. Me levanto. ¿Serás tú? Cuando el puño de la puerta por fin roza mi mano, abro. ERES TÚ.
-Pequeña salvación por un instante-.

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