domingo, 3 de octubre de 2010


Por si te pierdo dejaré señales de humo y fuego y mil prendas por el suelo.

Es una sensación que no puedo describir. Lo he intentado muchísimas veces, pero es inútil.
Estoy en frente del ordenador intentando teclear algo que valga la pena o por lo menos, teclear algo. Pero llevo aquí más de media hora y ni si quiera sé qué escribir. Y quizás sea que no se por donde empezar, o quizás quiera acabar ya. No quiero dejarlo para más tarde, porque en tal caso no lo haré. No quiero darle tiempo al tiempo, porque creo que ya esperé lo suficiente. Y todavía mis dedos no se deciden a contaros nada. Tengo mil ideas en la cabeza pero mis exigentes súbditos no se decantan por ninguna. No voy a contaros lo que ya conté una vez, porque ya no me duele al pensarlo. No le daré nunca más la importancia que en su día se mereció, por lo menos para mi. Pero tengo ganas de escribir sobre eso que se apodera de mis sueños, que me despierta en mitad de la noche, tiritando. De aquel niño que se apoderó de un cuerpo equivocado. A veces me gustaría que así fuese, que se hubiese equivocado de cuerpo y de vida. Que se diera cuenta y que volviera a la suya. De todos modos, ahora sólo era testigo de los horrores de la vida. Creo que fui yo una de sus pocas alegrías, o si no, en mi último sueño así lo era.
- Oye, que si vuelves, yo te cuido. Lo prometo.

No encontraba otra forma de decir que:
Llenas mi vida de luz,
y a mi tan sólo se me ocurre amarte.

2 comentarios:

.A dijo...

dejare notas .. y cada mes te mandare una rosa.. para que nunca me olvides..

minino dijo...

hermosa reflexión... y es cierto, cuando las palabras se resisten a nacer... duele...