Bien, ahí me tenéis en uno de esos días en los que nadie te coge el teléfono y las paredes se te echan encima.
Yo sé que siempre hay salida pero saber que todo irá mejor no quita que me sienta hecha una porquería...
Sonreír cuando no te apetece, mentir para no hacer daño a la gente que quieres, fingir cuando perfectamente sabes que te mienten.
¿Merece la pena hacer lo que se supone que debes más veces de lo que realmente quieres?
1 comentario:
Nunca merece la pena, nunca.
Publicar un comentario